Mariano Romero: psicólogo clínico y psicoterapeuta.
Finalicé mi Licenciatura en Psicología en la Universidad del Salvador en Argentina, universidad que tiene una gran trayectoria en la formación de psicólogos.
Es la primera facultad de psicología de la USAL que se remonta al año 1959.
Los psicólogos egresados de esta universidad tienen una amplia y sólida trayectoria en psicología clínica.
Homologué mi licenciatura en España, y realice Master general sanitario en la Universidad de Barcelona.
Formo parte del Colegio oficial de psicólogos de Catalunya, con número de colegiado: 25.138.
Mariano Romero Psicólogo Clínico
Dispongo de las credenciales y la trayectoria profesional necesarias para poder actuar en el campo que me apasionan, la psicología clínica.
Como psicoterapeuta, me siento muy afortunado de poder realizar un trabajo que me apasiona y que me llena de alegría y energía ( poder ver cómo mis pacientes se sienten cada vez mejor).
Mi paradigma de trabajo aplico una metodología de trabajo dual, en equipo, que te permitirá ir adquiriendo herramientas para poder afrontar las dificultades que te vas encontrando en tu vida. Con ella aprenderás que dependiendo de tu punto de vista o el que quieras adoptar, cada realidad será diferente, todo depende de ti.
Yo te ayudaré a resolver esas situaciones que actualmente te están consumiendo.
Pero recuerda que es un trabajo en equipo, ambos tendremos que trabajar para conseguir los resultados que buscamos.
Algo más sobre Mariano Romero
Mi carrera profesional tuvo varias fuentes donde nutrirse. La mayor fuente de conocimiento viene de mi padre, psiquiatra, con lo cual desde muy temprana edad tuve consciencia de lo que es ayudar a las personas a superar sus dificultades. La pareja de mi padre, psicólogo, también ha aportado mucho:
«Siempre nos ha enseñado a tener una visión positiva de la vida»
“¿Qué es lo que tienes que aprender de lo que estás viviendo?”
Otro fuente donde me nutrí fue en mi formación universitaria. Tuve la suerte de empezar a realizar mis prácticas a mediados de la carrera, hecho que me permitió pasar rápidamente de la adolescencia a la adultez profesional.
Fue muy difícil para mí como adolescente universitario trabajar en un psiquiátrico donde estaban ingresadas personas contra su voluntad, esto me sirvió mucho para crecer profesionalmente.
Me permitió ver cara a cara el antiguo paradigma de la psiquiatría, el de los pabellones, los recintos aislados y cerrados.
Con el tiempo llegué a ver que este paradigma no se adecuaba a los cambios que se venían, me permitió pensar y madurar un nuevo modelo de asistencia sanitaria con el cual me he sentido más cómodo.
Como psicólogo clínico he aprendido que cada paciente representa un mundo propio que interactúa con otros mundos propios y del conjunto de estas interacciones se crea una realidad compartida.
Es trabajo del psicólogo entender al paciente y ayudarlo a superar sus problemas; no existe ninguna corriente única para ello. Todas ellas tienen algo que aportar y es trabajo del psicólogo adaptarlas a las necesidades del paciente.